Por Víctor Gisbert
(socio y accionista del Levante UD, asesor financiero y miembro del Consejo de Dirección del FROG)
En fechas recientes, y debido a la tan comentada oferta de adquisición por parte de D. José Luis López de un paquete de 6.000 acciones del Levante UD SAD a la Fundación de la Comunitat Valenciana Levante UD Cent Anys, se ha abierto un debate intenso acerca del actual precio del club.
Es bien sabido por todos que, hasta hace apenas dos semanas, las acciones del club estaban disponibles para cualquier interesado en adquirirlas al precio de 67,80 euros. Incluso, me pregunto si mañana un aficionado como yo me acercara a adquirir más acciones de las que tengo, podría conseguirlas a ese mismo precio.
Sin embargo, según parece, y como si de un milagro de otra época se tratara, las acciones de nuestro club han sufrido un auge desmesurado en su precio en cuestión de días, lo que en el argot económico bursátil podría considerarse un auténtico rally.
La repentina multiplicación del precio de un valor, fruto de una mejora inesperada en sus expectativas
Quienes disfrutamos con esto de los números sabemos que esto puede suceder cuando se produce una mejora inesperada en las expectativas de un valor, quizá un nuevo contrato, unos resultados extraordinarios, tal vez un avance tecnológico que pudiera revolucionar su sector… En definitiva, es variada la tipología de causas que lleven a un valor a disparar su cotización, y ahí está el mercado para poner la acción en su sitio: se produce un enorme incremento de la demanda, todos quieren ese valor tan prometedor, y una lógica caída de la oferta, nadie quiere venderlo, como consecuencia del fuerte incremento en el precio de la acción.
Trasladado este planteamiento a la realidad actual del Levante UD, que se sepa, el hecho más relevante acontecido en los últimos meses es el descenso deportivo a la segunda división española. Difícil se antoja comprender que algo así suponga una mejora en las expectativas del valor. Los números del descenso, aún invisibles en las cuentas que la Junta aprobará el próximo 19 de diciembre, son ya visibles en el presupuesto para esta nueva temporada. Por televisión, el Levante UD pasa de percibir 23 millones en la temporada 2015-16 (hubieran sido 40 en caso de permanecer en Primera) a 8 millones en la presente. La caída en los ingresos es radical, únicamente edulcorada con los 13 millones de ayuda al descenso que este año debe percibir el Levante UD.
Lógicamente, el resto de partidas de ingresos también se ven mermadas. De la taquilla de un partido contra el Real Madrid a la de un día contra el Rayo Vallecano (que no diluvie), de un millón de euros por el patrocinio de la camiseta a unos más que dudosos 750.000€ (de momento, aunque aparezcan como ingreso, no se han cobrado), y así sucesivamente, todas y cada una de las partidas del club se verán dañadas por el doloroso descenso sufrido.
¿Cuántas transacciones se cierran hoy tomando como referencia el valor contable? Ninguna
Con todo este contexto cabe retroceder a la cuestión con la que arrancaba el presente artículo de opinión. Para mí, levantinista de cuna, socio y accionista desde bien pequeño, la respuesta tendría una doble vertiente. Desde mi corazón la respuesta es fácil: no tiene precio. Sin embargo, analizando el hecho desde un punto de vista estrictamente profesional, la respuesta cambia sustancialmente. Mi experiencia ante operaciones de compraventa de compañías me lo indica: la realidad dista bastante de lo que antes me decía mi corazón.
Antes de profundizar sobre los métodos de valoración de transacciones similares a la analizada, quiero hacer una puntualización sobre lo leído recientemente en multitud de artículos de prensa escrita, digital o en medios de comunicación orales. Estos vienen tomando como referencia para conocer el precio del club el valor teórico contable de las participaciones de la entidad. Aquí, la pregunta es clara: ¿cuántas transacciones se cierran a día de hoy tomando como unidad de referencia lo señalado? La respuesta es más sencilla aún: ninguna. Este punto conviene dejarlo bien claro, ya que he leído a algún accionista ilusionarse equivocadamente con ello. Por mucho que se tase la acción en 178, o en 500 euros, su valor es cero si nadie quiere comprarla.
En la práctica empresarial, cuando se busca la toma de una participación en alguna compañía, suele utilizarse como método de cálculo del valor el beneficio esperado, se valoran los flujos futuros que se piensa generará la compañía y se estima que un retorno de la inversión con el beneficio a 5 años puede considerarse una buena operación desde el punto de vista empresarial. En nuestro caso, si tomáramos como referencia el beneficio esperado en el presupuesto 16/17, famosa ayuda al descenso y problemático cobro del patrocinador incluidos, este se cifra en 1.8 millones. Suponiendo constante este beneficio durante 5 años, el valor aproximado de las acciones del Levante UD estaría muy cercano, concretamente, a los 67€ por título a los que estaba a la venta, al menos, hasta hace escasos días.
6.845 acciones vendidas en tres años y medio
Sin embargo, toda operación de compraventa no puede aislarse del contexto en el que se desarrolla. La Fundación, con el fin de poder de subsistir económicamente, sacó a la venta en mayo de 2013 un total de 23.963 acciones para que todos los levantinistas pudiéramos adquirir una parte de nuestro club. El resultado de dicha operación es conocido por todos, fracaso estrepitoso. La Fundación no resulta viable económicamente sin la (recordemos ilegal) asistencia financiera del club.
Tal y como publicaba el diario LAS PROVINCIAS el pasado 4 de noviembre, de los 23.963 títulos ofertados, en tres años y medio no se ha vendido ni un tercio. A 30 de junio de este año, concretamente, 6.845. 4.157 de ellos en 2013, principalmente como respuesta al descuento en el pase. En 2014, la cifra se redujo a 1.708 acciones vendidas; en 2015, a 420. Este año, hasta el citado 30 de junio, la cifra de títulos adquiridos era de 556.
Como bien titulaba Alberto Martínez, la venta de títulos del Levante UD SAD se encuentra evidentemente estancada. Así las cosas, cabría plantearse si acaso la Fundación, con una deuda que ronda los 3 millones de euros e incapaz de obtener más ingresos que una subvención que le brinda la Diputación de Valencia y los que le “dona” el propio club, puede permitirse perder más de 400.000€ por vender menos de un 5% de las acciones que posee. La respuesta es obvia.
La comparación con la oferta de Sarver
Por otro lado, podría existir la tentación de comparar la actual situación de venta de acciones con el frustrado proceso de venta del club a D. Robert Sarver durante el verano del año 2015. En aquel momento, con el club en Primera División (detalle no menor), se consideró una “gran oferta” en lo económico (palabras de Quico Catalán) una oferta de 78’8€ por acción que suponía, además, adquirir la mayoría accionarial. Nada que ver con lo que aquí se discute, que es la toma de un paquete de acciones que supone alrededor de un 4’8% del capital social del club.
Por lo tanto, en resumen, la actual oferta supondría una importante inyección económica para la Fundación, cuyo fin último, no lo olvidemos, es reintegrar los títulos en levantinistas, salvaguardando al mismo tiempo el patrimonio del club.
Mientras eso suceda, no creo que la actual Fundación se encuentre en disposición de rechazar ofertas de este estilo. Si así lo hiciese, la responsabilidad de dicha pérdida económica recaería en los actuales gestores, obligados a buscar los fondos necesarios para una subsistencia en constante peligro dada la actual situación de asistencia financiera. Así las cosas, en caso de producirse una negativa final a la oferta de López, cabe plantearse cuáles son los verdaderos motivos de fondo para bloquear una entrada de fondos de tal envergadura para la Fundación.